Alerta temprana de posibles vulneraciones de derechos humanos de los campesinos en Calamar Guaviare
Corresponsalía Populares Guaviare
Las comunidades campesinas del municipio de Calamar, Guaviare, denuncian que el Estado colombiano los quiere judicializar y destruir su infraestructura vial por ocupar una zona de reserva forestal.

Imagen ilustrativa
De acuerdo al comunicado, representantes de las juntas de acción comunal de las veredas Agua Bonita Media, Agua Bonita Baja, La Unión, Puerto Nuevo, La Reforma y Puerto Colombia del municipio de Calamar Guaviare, organizaciones sociales legalmente constituidas, aseguraron que cuentan con información “que el ministerio de medio ambiente viene exigiendo a la fiscalía general de la nación a acusar y judicializar a los campesinos y buscando que el ministerio de defensa a través de las fuerzas militares destruyan la poca infraestructura existente como lo son vías, puentes, box Colbert, esto genera temor y terrorismo psicológico en niños y niñas”.
Las comunidades campesinas del municipio de Calamar, Guaviare, denuncian que el Estado colombiano los quiere judicializar y destruir su infraestructura vial por ocupar una zona de reserva forestal. Argumentan que son “víctimas del conflicto armado, la pobreza, el abandono institucional y el incumplimiento del plan de sustitución de cultivos ilícitos PNIS”.
En comunicado del 31 enero 2024, las comunidades campesinas de la región, se declararon en asamblea permanente, “dispuestos al diálogo sincero, pero también con vehemencia a la defensa de nuestro territorio y nuestra poco y casi nula infraestructura que con muchos esfuerzos hemos podido conseguir”
De acuerdo al comunicado, la posible destrucción de la infraestructura vial, sitúa a las comunidades en condición de “extrema vulnerabilidad, ya que estos corredores humanitarios son la última alternativa para el transporte de alimentos y enseres necesarios para sobrevivir los municipios de Miraflores- Guaviare, Mitú, Carurú, Tararira en el departamento del Vaupés”. Lo anterior debido a que la única vía fluvial es el rio Unilla, el cual disminuye su caudal y no es navegable, además se interrumpe el acceso a servicios esenciales como salud y educación los cuales son derechos constitucionales fundamentales.
En el comunicado aseguran que, si los campesinos son judicializados o la infraestructura destruida, el colapso económico social y ambiental serán alarmantes, “ya que así nos estigmaticen como deforestadores y acaparadores de tierra, hemos sido nosotros los colonos quienes hemos delimitado la frontera agrícola y en cierto modo controlado la deforestación y el latifundio”
Los campesinos instaron a la Defensoría del Pueblo y a las delegaciones de la ONU, MAPP OEA a que activen las alertas tempranas y sean garantes de los procesos de concertación. También solicitaron el acompañamiento jurídico necesario para la defensa de los derechos de las comunidades campesinas.
También solicitaron a las instituciones “acciones articuladas y coordinadas en los territorios, como colombianos trabajadores y vulnerables anhelamos la paz no queremos ni pensar que esta problemática que podemos solucionar dialogando escuchándonos y realizando acciones en unidad, se siga llevando como lo han venido haciendo las instituciones primero con olvido y ahora con represión judicial y militar “
Por último, las comunidades campesinas del suroriente del país, exigieron que se dialogue con ellos en el territorio y que se les reconozca como sujetos de derecho, con el ánimo de garantizar la paz y la protección de los ecosistemas.
Estas comunidades están compuestas por campesinos sin tierra, desplazados, afrodescendientes e indígenas que habitan zona de reserva forestal, e históricamente han sufrido constantes presiones, represión judicial y militar, y amenazas de destrucción de su infraestructura vial.
Los denunciantes también reclaman que se cumpla la sentencia 4360, que ordena al Estado garantizar la participación efectiva de las comunidades campesinas en la definición de su futuro y el de sus territorios.